El Lobo Estepario

Tienes razón, Lobo Estepario, mil veces razón, y a pesar de todo debes desaparecer. Quien quiera vivir en la actualidad y sentirse contento con su vida, no puede ser una persona como tu o como yo. Quien exige música en lugar de ruido, alegría en lugar de diversión, alma en lugar de dinero, trabajo verdadero en lugar de ocupación, pasión autentica en lugar de jugueteo... para él este mundo no es un bonito hogar. Hermann Hesse, "El Lobo Estepario"

martes, diciembre 27, 2005

No me llames iluso porque tenga una ilusión

Nos dicen que las ideas no pueden cambiar el mundo. Que es mejor ser práctico y no perder el tiempo con imposibles. Total, no hay nada nuevo bajo el sol. El guión de nuestras vidas está ya escrito, cerrado y sobre todo custodiado a salvo de locos ingenuos. Más vale malo conocido que bueno por conocer. Tú no puedes cambiar el mundo. La vida sigue igual. ¿Y porque tanto miedo de una gente tan inócua? ¿Es que acaso no escriben sus versos en la arena de una playa que el mar borra inmisericorde? ¿Es que no son sólo gotitas de rocío que desaparecen con los primeros rayos de sol?
Los idealistas, los locos, tienen una característica que los hace extremadamente peligrosos. Aunque sus arengas suenen descabelladas, son capaces de despertar a la duda y a la fantasía de su milenario letargo. Pueden llevarle a uno a pensar que las cosas podrían ser diferentes. Que la vida se podría haber vivido de otra manera. Que uno tiene que poder mirarse a los ojos cuando se mira al espejo. Que existe la dignidad. Que los sueños viven en el corazón de los que creen en ellos y en cierto modo son lo que nos definen. No somos únicamente lo que somos ahora, sino lo que fuimos y lo que anhelamos ser.
¡Loada sea la duda! Os aconsejo que saludéis serenamente y con respeto a aquel que pesa vuestra palabra como una moneda falsa. Quisiera que fuéseis avisados y no dierais vuestra palabra demasiado confiadamente.
Leed la historia. Ved a ejércitos invencibles en fuga enloquecida. Por todas partes se derrumban fortalezas indestructibles, y de aquella Armada innumerable al zarpar podían contarse las naves que volvieron.
Así fué como un hombre ascendió un día a la cima inaccesible,y un barco logró llegar al confín del mar infinito.
¡Oh hermoso gesto de sacudir la cabezaante la indiscutible verdad!¡Oh valeroso médico que curaal enfermo ya desahuciado! Pero la más hermosa de todas las dudas es cuando los débiles y desalentados levantan su cabeza y dejan de creer en la fuerza de sus opresores.
Bertold Brecht



martes, diciembre 20, 2005

Los cocineros del César

Filosofía del carajillo (Capítulo 2)
"El joven Alejandro conquistó la India. ¿El sólo? Felipe II lloró al hundirse su flota. ¿No lloró nadie más? Federico II ganó la Guerra de los Siete Años. ¿Quién la ganó, además? César venció a los galos. ¿No llevaba consigo ni siquiera un cocinero? " Bertold Brecht

La vida está llena de héroes anónimos. Personajes irrepetibles e imprescindibles que no salen en ningún libro de historia, pero que luchan en el campo más dificil posible, la vida cotidiana. Son los que anteponen los principios a las conveniencias. La generosidad al "ojo por ojo". La honestidad a la hipocresía. El talento a la mediocridad. La lucha sin descanso a las excusas de la comodidad. Los que no esperan a recibir primero para dar después. Los que saben comprender con una mirada lo que la más docta explicación no sabe decir. Los que saben reconocer en cada ser humano su belleza singular. Esos son los cocineros del César. Los que no salen en ningún épico relato, ni recogen premios, ni llenan portadas. Pero son lo que hacen que esta vida tenga todo su sentido.
P.D. Agradecimiento a los patrocinadores de esta sección, Bodegas Terry-Centenario, Magno y Cardenal Mendoza. Sin su colaboración, alguno de estos desvaríos no sería posible.

lunes, diciembre 19, 2005

Vencer o Convencer

He ahí el dilema vital. ¿Es el éxito la medida de lo que es bueno? ¿Hay que conseguir una serie de cosas preestablecidas o no eres nadie en la vida? ¿Es correcto lo que una sociedad acepta en un momento determinado o uno debe mirar algo más? Quizás la asunción de unas convenciones permite que muchos individuos eviten indagar en sus propias convicciones. Hermann Hesse decía en Demianno hay nada que un individuo quiera evitar más fervientemente que encontrarse a solas consigo mismo”. Lo más cómodo es sin duda pensar que uno no es muy diferente de todo el resto. Un trabajo que aporte un sueldo digno sin demasiado esfuerzo. Una pareja que dé estabilidad. Una casita en la playa. Viajar en vacaciones. Otro coche. ¿Y éso es todo? ¿Ser moderadamente feliz y pensar que hay quien esta peor?.

La construcción de la propia identidad supone un ejercicio constante de revisión. Una catarsis personal e intransferible que nunca es sencilla ni indolora. Tratar de reconocer lo que uno lleva dentro, lo que verdaderamente le conmueve y le emociona. ¿Es que la pasión arrebatadora esta reservada sólo a unos pocos escogidos? Llega a ser el que eres y no el que los demás han querido ver en ti.

La vida de todo hombre es un camino hacia sí mismo, la tentativa de un camino, la huella de un sendero. Ningún hombre ha sido nunca por completo él mismo; pero todos aspiran a llegar a serlo, oscuramente unos, más claramente otros, cada uno como puede. Todos llevan consigo, hasta el fin, viscosidades y cáscaras de huevo de un mundo primordial.
Alguno no llega jamás a ser hombre, y sigue siendo rana, ardilla u hormiga. Otro es hombre de medio cuerpo arriba, y el resto, pez. Pero cada uno es un impulso de la Naturaleza hacia el hombre. Todos tenemos orígenes comunes: las madres; todos nosotros venimos de la misma sima, pero cada uno –tentativa e impulso desde lo hondo- tiende a su propio fin. Podemos comprendernos unos a otros, pero sólo a sí mismo puede interpretarse cada uno.

Hermann Hesse, Demian

viernes, diciembre 16, 2005

El Imbecil

Nunca habia sido un tipo particularmente inteligente. Bueno, podriamos discutir esto último. Si brillantez es sacar el máximo rendimiento del mínimo esfuerzo, olvidando todo lo que podria haber conseguido de otra manera, era inteligente y mucho. Y no es que sus opiniones fueran descabelladas ni su corazón inerte. Todo lo contrario. Solo que su sensatez y sus afectos eran mas bien volubles, cambiantes, intermitentes. No sólo las lealtades, los principios, los temores, los sueños, sino hasta los más nimios pasatiempos eran únicamente elementos ajustables a su última pasión (real o virtual). Ni siquiera me molestó que su capacidad de generar conflictos fuera comparable a la facilidad para olvidar quién le habia sacado de ellos. Pero reescribir el pasado al dictado de las nuevas órdenes es faltar a la memoria de los que estuvimos allí. Y así son algunos imbeciles. Huir hacia adelante. El pasado reinterpretado como excusa del presente y salvaguarda del futuro. Agradecimiento fugaz y rencor eterno. Y es que la generosidad no es mas que un lujo que algunos no pueden pagarse.

No quiero demonizar al imbécil, porque en su pecado reside también su castigo. El hombre mediocre, en realidad, no es un tipo ruin, ni maldito, ni hijo de una gran puta. Es un pobre diablo. Pero tiene algo sin embargo que lo convierte en maléfico: nos obliga a optar entre ser hipócritas y sonreirle la gracia, o ser mal educados y mandarlo a la mierda. No nos deja la posibilidad de salir airosos de su discurso vulgar y repetitivo. Nos pone entre la espada del careteo y la pared de la violencia.

Hernán Casciari, en «¿Me puede repetir la pregunta?»
P.D. Gracias por la cita a mi amigo Eru.

martes, diciembre 13, 2005

Tú nunca caminarás solo

La enfermedad de un ser querido es algo especialmente doloroso. La muerte física es el punto y final de un largo camino en que la persona va perdiendo sus dos cosas más preciadas: la capacidad de valerse por sí mismo y su propia identidad, ese único cruce de caminos que hace a cada ser humano genuino e irrepetible. Cómo aquilatar esa sensación de pérdida, de vacío, de quebranto, de desgarro de un pedacito del alma que se va para siempre. Cómo no recordar cada momento pasado juntos. Cómo decirle a esa persona que ha sido un estallido de color en un mundo gris que ya nada volverá a ser igual. Llegarán nuevas personas, nuevas amistades y nuevas vivencias. El corazón es como un gran teatro lleno de butacas. Unos vienen y otros se van. Unos se sientan muy cerquita y otros en la última fila. Volverán a oírse risas y aplausos, felicidad, pero hay butacas que quedarán vacías. ¿O no?, pues algo del ser querido queda para siempre en nosotros y viceversa. Tú nunca caminarás solo, me solías decir, porque yo formo parte de ti. Y es verdad, el espíritu de los que se van permanece en el corazón de los que se quedan.

lunes, diciembre 12, 2005

Aqui no hay quien viva

Ya tenemos El Corte Inglés en Castellón. Hay que reconocer que el despliegue de medios ha sido impresionante y sin precedentes. Un edificio precioso, calles amplias y limpias, setos con flores y una fantástica iluminación. Hasta la policia municipal ha aparecido finalmente por el barrio. Los vecinos del Bronx castellonense (que dice mi amigo Toni Franch) hemos asistido atónitos a esta fulgurante transformación. Brigadas de obreros, trabajadores del ayuntamiento con maceteros, farolas, árboles...Sólo han faltado unos camiones del ejercito que al mas puro estilo de los nazis en el guetto de Varsovia se lleven a todos los indeseables del barrio (pordioseros, mendigos.. y por supuesto rumanos).
Y parece que de repente nos han trasplantado el barrio al corazon comercial de otra ciudad. Ya no se puede cruzar la calle sin poner toda tu atención, ni aparcar en 3 kilómetros a la redonda, ni salir simplemente a pasear ensimismado en el mundo interior. Es el precio del progreso. Se acabaron las calles oscuras, las alcantarillas rotas, el sonido del silencio. Sonidos navideños y una poderosa luz verde cual ojo de Sauron guian a las hordas hacia su particular Monte del Destino. Nos dicen que todo esto es el punto de inflexión que nos convierte en una gran cuidad. Ya podemos comprar cómo y donde los ricos. Y no lo dudo, solo que de momento tengo una cierta sensación de Aqui no hay quien viva.

viernes, diciembre 09, 2005

Unos nuevos ojos

Decia Marcel Proust que el verdadero viaje del conocimiento no consiste en visitar nuevos paisajes, sino en aprender a mirarlo todo con unos nuevos ojos. Aprender a ser consciente de quién es uno, dónde está y de qué se rodea. Que las personas, las situaciones, las circunstancias admiten siempre más de una lectura. Que nunca se es demasiado generoso y que sólo hay que racionar el odio. Que una sonrisa, una mirada amable, un apretón de manos, escuchar pacientemente a la persona que sufre o compartir su dicha nunca es tiempo perdido. Que hay que dejarse sorprender por la vida. Que quizás no hay que buscar sino dejarse encontrar. Y que las pequeñas desilusiones son únicamente semillas que bajo la nieve esperan pacientes su momento. Y llegará la primavera.

miércoles, diciembre 07, 2005

Malos tiempos para la lírica

Me dicen los que me leen que soy pesimista. Que se aburren con cosas tristes y que sería mejor que escribiera sobre cosas alegres. Y tienen razón. El dolor, la tristeza están casi prohibidos en nuestra sociedad y simplemente molestan. Sólo queremos fotos que muestren caras sonrientes bajo un cielo azul y un sol radiante. Querid@ amig@: sal de fiesta, bebe, fuma, baila, toma lo que quieras, viaja, apuntate a un gimnasio, cómprate otro coche, cambia otra vez de pareja, prueba nuevas experiencias. Pero no te pares a pensar, no pienses en tu camino pasado ni en quien te ha acompañado, no agobies con una reflexión de más de medio minuto, no me recuerdes que el dolor también existe. Como si ignorar los problemas ayudara a solucionarlos. Como si la memoria estuviera muerta. Dicen que la vida de uno no es lo que sucedió, sino lo que uno recuerda y cómo lo recuerda. Y que el dolor es la fractura de la cáscara que nos impedía comprender cómo son realmente las cosas. ¿Es que es posible entender porqué uno sonrie o ama sin saber qué le hace sufrir? ¿se pueden separar los sueños, los anhelos de los miedos y los temores? ¿Son amor y dolor las dos caras de una misma moneda?
Pero todo esto aburre. Además, mañana es fiesta y ya nos abren El Corte Inglés. Decididamente, estos son "Malos tiempos para la lírica"

"Ya sé que sólo agrada quien es feliz. Su voz se escucha con gusto. Es hermoso su rostro.
El árbol deforme del patio denuncia el terreno malo, pero la gente que pasa le llama deforme con razón.... En mí combaten el entusiasmo por el manzano en flor y el horror por los discursos del pintor de brocha gorda. Pero sólo esto último me impulsa a escribir. "
Bertold Brecht

lunes, diciembre 05, 2005

La vida es una barca....



Filosofía del carajillo (Capítulo 1)

Cuando uno cree que lo ha visto ya todo en la vida, sucede algo que te rompe los esquemas. Y no suele ser necesariamente una gran tragedia, sino una miseria de la vida cotidiana. Uno de esos hechos insignificantes que cualquier otro día hubiera pasado inadvertido y que hoy te lleva a plantearte el sentido de las cosas. Y en el fondo de cualquier alma surcada de cicatrices hay un reducto romántico que insiste en creer que la vida finalmente sonreirá a las buenas personas. Aunque la realidad demuestre que casi nunca es así. Quizás el problema es una concepción excesivamente finalista de las cosas. ¿Es que sólo esta bien lo que bien acaba? ¿El fin justifica los medios? ¿Sólo importa a donde llegues y no cómo lo hagas? ¿Es que alguien en su sano juicio se haría socio del Castellón?
Pues igual "va ser que no". A lo mejor lo importante no es "para qué" sino "por qué" se hacen las cosas. Aunque como Van Gogh, no vendas un cuadro en toda tu **** vida. La coherencia personal frente al éxito, al dinero o al placer. Aunque igual nada es así, y citando a uno de mis referentes espirituales "la vida es una barca" que diría Calderon de la Mierda

El Lobo Estepario

Por lo general, los animales son tristes— continuó—. Y cuando un hombre está muy triste, no porque tenga dolor de muelas o haya perdido dinero, sino porque alguna vez por un momento se da cuenta de cómo es todo, cómo es la vida entera y está justamente triste, entonces se parece un poco a un animal; entonces tiene un aspecto de tristeza, pero es más justo y más hermoso que nunca. Así es, y ese aspecto tenías, lobo estepario, cuando te vi por primera vez.

Hermann Hesse, El Lobo Estepario


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