Malos tiempos para la lírica
Me dicen los que me leen que soy pesimista. Que se aburren con cosas tristes y que sería mejor que escribiera sobre cosas alegres. Y tienen razón. El dolor, la tristeza están casi prohibidos en nuestra sociedad y simplemente molestan. Sólo queremos fotos que muestren caras sonrientes bajo un cielo azul y un sol radiante. Querid@ amig@: sal de fiesta, bebe, fuma, baila, toma lo que quieras, viaja, apuntate a un gimnasio, cómprate otro coche, cambia otra vez de pareja, prueba nuevas experiencias. Pero no te pares a pensar, no pienses en tu camino pasado ni en quien te ha acompañado, no agobies con una reflexión de más de medio minuto, no me recuerdes que el dolor también existe. Como si ignorar los problemas ayudara a solucionarlos. Como si la memoria estuviera muerta. Dicen que la vida de uno no es lo que sucedió, sino lo que uno recuerda y cómo lo recuerda. Y que el dolor es la fractura de la cáscara que nos impedía comprender cómo son realmente las cosas. ¿Es que es posible entender porqué uno sonrie o ama sin saber qué le hace sufrir? ¿se pueden separar los sueños, los anhelos de los miedos y los temores? ¿Son amor y dolor las dos caras de una misma moneda?
Pero todo esto aburre. Además, mañana es fiesta y ya nos abren El Corte Inglés. Decididamente, estos son "Malos tiempos para la lírica"
"Ya sé que sólo agrada quien es feliz. Su voz se escucha con gusto. Es hermoso su rostro.
El árbol deforme del patio denuncia el terreno malo, pero la gente que pasa le llama deforme con razón.... En mí combaten el entusiasmo por el manzano en flor y el horror por los discursos del pintor de brocha gorda. Pero sólo esto último me impulsa a escribir. "
Bertold Brecht
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