¿Todo el mundo es bueno?

El diccionario de la Real Academia Española de la lengua define la bondad como la "Natural inclinación a hacer el bien". Siendo esto así, el conocido dicho de "todo el mundo es bueno" nos podría llevar a pensar que la bondad es una cualidad humana casi innata, que en caso de no manifestarse es porque se ha visto arrinconada, superada o herida por los golpes de la vida. La mala suerte, las circunstancias, las enfermedades, las tragedias, las injusticias... nos hacen más duros, haciendo que nuestra parte más sensible tenga que protegerse de alguna manera de todo ese dolor. En este contexto la maldad seria únicamente un fruto de la inconsciencia, de la irreflexión, del dolor de las heridas pasadas, de la autodefensa por evitar el sufrimiento.

Nunca he acabado de entender como es posible que un mundo lleno de presuntas buenas personas haya tanto odio, desamor, incomprension, indiferencia, injusticia, intolerancia... Y creo finalmente entender que no todo el mundo es bueno. Que hay buenas personas de las que hay que rodearse y personas malas de las que hay que huir. Que la maldad puede ser una actitud y una actividad hecha con plena consciencia, y que no se debe únicamente a malas experiencias pasadas. Que la bondad se puede convertir en maldad, como el vino en vinagre, pero no al revés. Y que es evidente que cada persona tiene su lado oscuro y su lado amable, pero no siempre esta repartido al 50 %. He conocido casos de 99 % en ambos sentidos.

Una vez oí una definición con la que estoy totalmente de acuerdo "una mala persona es la que es capaz de odiarte con una intensidad con la que jamás podría amarte". En cierto sentido son personas discapacitadas, tullidas, que apelan al poder de lo destructivo cuando lo único que tiene sentido en esta vida es la capacidad de crear. Construir una amistad verdadera, un amor sin condiciones, una generosidad sin esperar nada a cambio. Y no pretende ser ésta una llamada al pesimismo, sino a la esperanza, al reconocimiento de que verdaderamente existen personas BUENAS (si, con mayusculas) que valen la pena y otras que no tanto.